You sound like a monster || Svetle Mondrá

Svetle Mondrá • 15 años • Rusa • Ciudadana  • Homoflexible (Bisexual grado 4).

Apariencia:
- Miku | Vocaloid

Personalidad
Svy es una buena niña, muy lista. Una adolescente que tiene un pensamiento más amplio y algo más centrado para alguien de su edad. Es realista, no anda soñando nada. Sin embargo, sigue siendo una niña y sonríe aunque le cueste, sonríe aunque no quiera hacerlo. Generosa, de carácter amable. Levemente infantil cuando nadie le ve. Una niña curiosa, que aunque no hable mucho, es sumamente adorable, amable y alegre. Siempre se encuentra con una pequeña sonrisa, jugando en soledad para ahogar algunas penas o leyendo algún libro de ciencia o de literatura que le agrade. Se trata de una niña de un corazón sensible, que ayuda a todo el mundo y quiere cuidar de todos. Una niña con un CI alto, que lamentablemente no sabe aprovechar a todo lo que podría hacer. Se trata, pues, de una niña callada, pero no antisocial. Todo lo contrario, siempre quiere conocer a la gente, pero no es muy buena para hacer amigos, es algo tímida las primeras veces que la conocemos. Es algo torpe, pero no porque sea tonta, sino que sus nervios la traicionan mucho. Su actitud tiende a ser más como el de una niña menor, pero una vez que yace calmada y con un poco de tiempo libre, de su mente salen cosas maravillosas, como por ejemplo, estudiar la composición química de algún antibiótico o algo por el estilo. Algo es verdad: Es una genio con la química... Ojalá pudieramos decir lo mismo de matemáticas....

* Historia
Los dolores de cabeza no eran lo único que la atormentaban. Le molestaba su enorme barriga, le molestaba todo lo que topaba con sus ojos. Marina iba a dar a luz a un hijo, y eso le ponía de mal humor. Un mal humor que ocultaba el terrible miedo. Ser madre primeriza siempre da algo de nervios, pero para Marina no sólo era miedo, era pavor, una fobia terrible que estaba por enfrentar. Prefería morir que tener un hijo. Hacía poco se le había roto la fuente y sólo mordía la almohada para que no le escucharan los vecinos. Los vecinos de Marina siempre hablaban de ella. Marina tenía 22 años, vivía sola, pero siempre había gente en su casa: Amigos, primos, hombres. Sin embargo, desde hace mucho tiempo ella ya no invitaba a nadie a su casa, y cuando amigos intentaban visitarla ella fingía no estar, no respondiendo el teléfono y nada. Algunos decían que se había vuelto drogadicta, otros que sólo estaba pasando una terrible depresión. ¿cual era la verdad? Sólo la conocía Marina. Y es que la razón de su encierro era la misma que la de su embarazo: Le habían hecho daño, le habían callado la dignidad, le habían tocado sin permito, le habían violado.

Juraba que moriría en aquel momento, pero los dolores eran tan fuerte que la almohada ya no servía de mucho. Todo el barrio pudo escuchar sus gritos, así que fueron a ayudarla. Tuvieron que romper la puerta para ver como Marina yacía con la enorme barriga. La llevaron al hospital. Fue ahí donde dio a luz a una hermosa niña de piel blanca y ojos tan azules como los de su madre. Ahí nació Svetle, en la isla de Yuznho-Sajalinsk, al norte de Japón, Isla propiedad de Rusia. La madre aprovechó el lugar para decir que no había dormido en meses, que le dolía todo el cuerpo y no podía descansar. El doctor, ginecólogo y obstetra Viktor Mondró, decidió darle unos miligramos de morfina y unas pastillas para dormir. Justo lo que Marina deseaba. Se tomó toda la morfina y las pastillas. Fue una enfermera quien entró en la habitación al escuchar los llantos de la pequeña Svetle, descubriendo el cuerpo sin vida de su madre.

Viktor no podía mandar a una pequeña de menos de un día de nacida a un orfanato. Era algo inhumano. El doctor ya era mayor, y tenía a una hermosa esposa que pese a los años se seguía conservando encantadora. Ante la falta de hijos, decidió que se quedaría con la bebé. Tras hacer los registro, finalmente decidieron darle de nombre "Svetle", y su apellido, como con todas las rusas, cambió de "Mondró"  a "Mondrá". Criarse con un par de ancianos no le causaba molestia, lo que le enojaba era que sus "padres" nunca le quisieron decir su verdadero origen. Todos decían que era imposible que unos ancianos de 75 años tuvieran una niña de 5 años, cosa que jamás entendió hasta que cumplió los 12 años. Era tan obvio...

Tenían ya 82 años cuando su niña de 12 habló seriamente sobre tu origen. Ninguno de los ancianos tenían los ojos azules, tampoco del cabello del mismo color. Fue por esa misma razón, fue Viktor, el ahora doctor retirado quien se encargó de decirle la verdad. "Svy" (Apodo suyo) lo tomó de manera perfecta. No le generó conflicto alguno... Aunque se sentía poco querida, poco deseada, pero pudo seguir con su vida. Lo que nunca pudo superar fue que unos meses después de la enorme confesión... Eirin, la esposa de Viktor y madre adoptiva de Svy, murió. No por enfermedad, sino porque ya le había tocado la hora. Svetle lloró como nunca había llorado. Sin embargo, tenía a su amado Viktor. Como forma de mantenerse entretenida, convencía  VIktori de que le enseñara cosas de medicina, cosa que hizo con todo el gusto del mundo. Dos años después, cuando Svy ya tenía 14 y medio, poseía ya conocimientos de medicina básicos, orgullo de Viktor. Quizás fue esa misma razón por la que Svetle no se sorprendió cuando encontró a su querido Viktor en su cama, pálido, sin pulso. Ese fue el primer diagnóstico que hizo. "Diagnóstico: Muerte por intoxicación... Posible sobredosis de medicinas..". NO lo podemos culpar, ya estaba en la orilla de la vida, deseaba encontrarse con su amada esposa.

Los hermanos de la pareja yacían grandes para cuidar a la niña de 14. No poseían hijos, nietos mucho menos. Sin embargo, el gobierno se encargó de buscar a algún familiar. Encontraron a un sobrino segundo del doctor. Un joven de 21 años. Era pariente, no tenía nada malo en el expediente legal... El único problema era que vivía en Los Angeles, USA. Svetle se negaba rotundamente a irse a vivir a un orfanato, así que con pesar, aceptó subirse a un avión de varias horas, con miedo y dolor en su corazón. Vive desde hace un par de meses en Los Angeles. Apenas irá a la escuela, apenas habla el idioma, pero Svy tiene que ser fuerte... Porque quien sabe, dicen que Los Angeles es la ciudad de las estrellas. Quizás la rusa pueda encontrar un nuevo camino por el cual recuperarse.

Gustos
Desvelarse, es muy creativa de noche.
La medicina. Desea ser una gran doctora.
Hablar en ruso, le gusta la pronunciación
Usar las dos coletas con las que la peinaba su "madre"
Los ancianos. Le gusta hablar con ancianos, le trae recuerdos buenos.
La música. Le relaja de manera inmediata.
Tomar calcio a escondidas. ¡Quiere crecer más!.

Disgustos
La discriminación, sobretodo a la de los ancianos.
La comida agria.
Que le jalen del cabello
Los exámenes.
Hacer cosas tontas sin darse cuenta, como pisar a alguien.
Todo aquello que tenga que ver con los suicidios. No sólo le dan malos recuerdos, sino que la ponen mal. Le hacen estresarse.
El veneno para ratas.
Los cocodrilos.
Tener 15 años y medio y no poder usar sostenes. Es algo desesperada..

* Extras
El sobrino del doctor, su padre adoptivo, es en realidad su medio hermano, hijo de su padre, pero de otra mujer. Tienen parecidos enormes, pero Svetle siempre los ignora, no quiere sacar hipótesis tontas...
De vez en cuando se le sale una que otra palabra rusa. Aún no maneja el inglés totalmente.
Le gustan las ardillas.
Su princesa favorita es Rapunzel, por alguna razón...
Cuando su 'madre' era joven, tuvo un novio Checo. Aprendió pues el idioma. Cuando la bebé llegó a su vida, lo primero que apreció fueron sus ojos, así que convenció a Viktor, su esposo, de llamarla "Svetle", que significa "Celeste" en Checo.

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