To be a princess || Annelise identification.

Annelise Katrin Wèlvet · 19 años · Suecia · Princesa Annelise · Músico (Pianista) · Homosexual

  Apariencia:
   -Sonia Nevermind | Danganronpa 2


   Personalidad
   Delicada, sonriente, feliz, alegre, respetuosa, orgullosa, amigable, agradable, decididad, con caracter, firme, responsable, con una enorme inteligencia y demás adjetivos podrían no terminarse mucho. ¿Cómo describirías tú a una princesa?. Pues la palabra más similar sería "Perfecta". Bueno, Annelise fue criada para ser perfecta. Es sonriente, delicada, serena y calma, defensora de su pueblo, inteligente y llena de emociones. SIn embargo, por más que lo intentemos, nadie es perfecto. ¿A que nos referimos? Pues que Annelise tiene un gran defecto y es que es muy ingenua. Sólo quiere saber el origen de todo, pero cualquier excusa, aunque sea muy ilógica, le bastará para ella. Fue criada de manera robótica, siendo alguien amable, amistosa, que nunca demuestra sus emociones a menos que le miremos directo a esos enormes ojos azules que tiene. Cree que como es una princesa, todo el mundo debe de ser como ella y eso la hiere de vez en cuando, como cuando se encuentra a alguien grosero que le critica sus atuendos. Es muy sensible, eso sí, pero sabe bien donde llorar, cuando y con quien. Es demasiado calma, que sólo habla cuando tiene que hablar y cuando no, sólo se reserva a dar una sonrisa tierna a quien sea que le este mirando. No se da cuenta, pero es bastante imprudente, sobre todo cuando pasa una mujer voluptuosa y sin darse cuenta, Annelise le sigue con la mirada, casi babeando. Se considera a sí misma una reina. No una reina como tal, sino la reina de la torpeza. Se considera a sí misma muy torpe, aunque sea todo menos eso. Es lista, sí, aunque muy ingenua, se cree todo lo que se le dice y obedece a cualquier extraño. Sumisa podría ser una buena palabra, aunque cuando se trata de defenderse lo hace con guantes, de manera limpia y sólo con palabras.

   * Historia
   Príncipes, princesas, reyes y reinas. Existieron en la época medieval y eran ellos los amos del mundo entero. Sin embargo, en varias partes del mundo las monarquías si bien han desaparecido del poder absoluto político de los territorios, algunas que otras familias reales siguen existiendo en la actualidad, aunque la mayoría ya no tiene poder alguno sobre sus antiguos reinos. Tal es el caso de Suecia. Nació como la cuarta hija de la familia real de Suecia: Los Wèlvet. Sin embargo, sus otros hermanos mayores con el paso de los años fueron dejando el palacio real, negados a ser los reyes. Cabe destacar que todos eran varones. Después de que Annelise naciera, llegó otra niña a su vida: Su hermanita Lakira. Al parecer, si su madre no volvía a tener un hijo varón, Annelise sería la heredera al trono. Siempre tuvo curiosidad de saber porque sus hermanos habían renunciado tan bruscamente a algo como el trono de su padre.

Desde niña, su vida se veía entorno a lo que la gente diría de ella. Ella tenía que ser perfecta. Siempre delgada, con el vientre adentro, con la sonrisa más blanca y el cabello más bello, con la mano en la cintura y con una actitud delicada y sincera. Sus padres le educaron bien, era la princesa perfecta, el bello estereotipo hecho realidad. A los 12 años de edad ya era la princesa que todo el mundo admiraba. Era perfecta. Delgada, con piernas largas, sonriente, amable, elegante. Sin embargo, las monedas más brillantes tienen un lado que vemos y otro que desconocemos. Se trataba de que ella por alguna razón sentía que tenía que debía renunciar al trono. No por algo en especial, sino porque quería saber sobre sus hermanos. Quería saber de su paradero, quería ver a sus hermanos, quienes jamás conoció. Cuando ella nació, ellos ya habían huído lejos de sus padres, los reyes.  Daba igual, no es como si fuera a gobernar. Sin embargo, tenía una responsabilidad: Demostrarle al mundo entero que las princesas todavía conservaban los requisitos de siglos atrás. Que seguían siendo relevantes y demás adjetivos.

Sin embargo, pese a recibir la mejor educación, los mejores tratos y los mejores regalos, ella siempre tuvo curiosidad sobre sus hermanos. Su madre, la reina, yacía esperando otro hermano de Annelise cuando ella se atrevió a preguntarle directamente sobre sus hermanos mayores, los cuales había visto en pinturas y fotografías. Su madre decidió distraerla diciéndole que haría una gran fiesta en el palacio para celebrar su cumpleaños número 16. Ella, como bien había sido educada, mantuvo la boca callada y decidió no volver a tocar el tema. Y así sucedió unos meses después, se organizó una enorme fiesta llena de otras familias reales de todo el mundo, políticos importantes y hombres llenos de dinero. Incluso Annelise podía asegurar que el lugar apestaba a aquella típica fragancia con la que pintaban el dinero. Aunque era la celebrada, Annelise no se encontraba feliz. No quería una fiesta, quería respuestas. Ante su soledad, se le acercó una hermosa chica de cabello oscuro con ojos azules. En un principio Annelise creyó que la niña sólo quería se amigable por su nivel social, pero al rato la hermosa princesa yacía en uno de los mútiples del palacio con la chica desconocida, haciendo ciertas cosas que no sólo una princesa no debería hacer, sino que lo hacía con una mujer,

Con el paso de los meses, Annelise seguía saliendo con aquella mujer de su edad, que se había presentado con el nombre de Kaira. Annelise insistía mucho a Kaira sobre contarle de su pasado, pero ella sólo se limitaba a decirle que era una pianista hija de un gran político. Fue por ella que la princesa empezó a interesarse en el piano. Cuando ella ya tenía 18, sabía tocar el piano de una manera fluida y hermosa, casi como Kaira. Sin embargo, fueron descubiertas dándose unos apasionados besos por el mismísimo rey, padre de Annelise. Fue él quien con un enorme dolor en su corazón, le pidió a Kaira que no volviera a pisar aquel suelo. Con su hija, ¿Qué hizo? Le tomó algo de consideración, y sólo no la mandó matar porque eso era completamente ilegal. Sin embargo, tardó unas semanas en mandarla a los ángeles a una buena escuela de música. ¿Por qué? Porque sabía que su hija tenía talento, un buen talento tocando el piano, y así, quizás, se libraría de que Annelise pudiera volver a ver a Kaira, quien no es nada más ni nada menos que la hija del primer ministro de Suecia. Desde entonces ya ha pasado un año, y Annelise empieza a agarrar fama. No mucha, obviamente, pero poco a poco. Pocos son los que saben que es una princesa, aunque varia gente sabe que es lesbiana, pero casi todo el mundo la reconoce como una gran pianista con un futuro brillante en aquel instrumento.

   Gustos
   El color amarillo.
  Los vestidos bombachos, típicos de una princesa
  Los vegetales con mantequilla.
  Las mujeres, sobre todo aquellas de cabello oscuro. Fetiche suyo.
  El sexo. Sí, jamás en su vida hablará del tema, pero su vida sexual en su momento fue placentera.
 Peinarse..

   Disgustos
   Hablar sobre su orientación sexual. Le incomoda mucho
  Equivocarse, Sea de cualquier manera.
  Subir de peso.
  Los hombres. Le asquean.
  Quedar mal delante de la gente
  El color marrón..

   * Extras
   Se considera a si misma una barbie, cree que debe ser perfecta y que si no lo es, sufriría como nunca antes.
  Llora todas las noches por haber decepcionado a sus padres.
  Sueña con poder encontrar otra chica con la cual relacionarse.
  A veces sueña con cortarse el cabello y reclamar el trono como un príncipe.
 Desea ver a su hermana menor, quien apenas vio cuando era una bebé y ahora debería tener un año
 Su mas grande temor es decepcionar alguien más. Sólo quiere volver a su palacio, ver a sus hermanos mayores, crecer con su hermanita, y tener una relación lésbica sin que la gente la critique.
 Su cuento favorito es Rapunzel.
 Muchas veces finge ser tonta para poder hablar más tiempo con la persona con quien habla.
 Antes de tocar el piano, besa su dedo índice, el cual le recuerda a cuando conoció a Kaira.
Desconoce que ahora quien está en sucesión al trono es Laika, su hermana menor.
   

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